El acusado, vecino de Sardiñeiro, está detenido por prender los fuegos entre el 15 de abril y el 11 de mayo de este año.
Hizo falta más de un mes de investigaciones, muchas esperas en el monte, reiterados contactos con los vecinos pero, finalmente, los agentes medioambientales del Distrito Forestal V, con el apoyo del Seprona de Corcubión, lograron que un vecino de Sardiñeiro admitiese la presunta autoría de seis incendios, uno de ellos con dos focos, provocados en la localidad fisterrana entre el 15 de abril y el 11 de mayo pasado.
Concretamente, uno el 15, otro el 19, uno con dos focos el 2 de mayo, un cuarto el día 9 y los dos últimos el pasado 11 de mayo. Todos en las inmediaciones del Camiño de Fisterra, en una zona relativamente próxima al domicilio del implicado y con bastante peligro, debido a que se trata de lugares de difícil acceso para los medios de extinción terrestres y, además, en función del viento, se corría el riesgo de que el fuego se extendiera por terrenos de arbolado muy denso prácticamente hasta Duio.
Los agentes del distrito ya tenían identificado al sospechoso, J.?D.?S., de 49 años, desde hacía semanas pero esperaron a que regresara a Sardiñeiro, porque estaba fuera de la localidad por motivos laborales, para poder actuar.
Este miércoles los especialistas en protección medioambiental lograron que los acompañara a, uno por uno, todos los puntos en los que se habían detectado los incendios. Aunque inicialmente el implicado respondía con evasivas e incluso llegó a afirmar que él se había encontrado con alguno de los fuegos, lo que le llevó a huir, al final acabó confesando y fue detenido por el Seprona.
En vista de los minuciosos detalles, con horas incluidas, que le presentaron los agentes, reconoció ser el autor de los incendios e incluso explicó cómo los había prendido con un mechero. Según fuentes de la investigación, el ahora detenido atravesó por una etapa muy complicada a nivel familiar y laboral «e pagouno co monte», dado que no tiene propiedades ni se ha detectado que pudiese moverle algún interés concreto. Todo indica que las eligió de un modo aleatorio siguiendo la pista que parte desde su casa y, además, con mucho riesgo de ser descubierto, puesto que se trata de una zona por la que atraviesa el Camiño de Fisterra, lo que hace que esté muy concurrida de peregrinos, especialmente en plena tarde que fue cuando se iniciaron la mayor parte de los fuegos.
El daño ambiental provocado ha sido de escasa entidad puesto que la pronta actuación de los equipos antiincendios, en algunos casos con medios aéreos, impidió que las llamas se propagasen mucho más allá de los puntos en los que prendieron.
