A los lectores de Aprafoga, sabed que:

Con motivo de las actuaciones realizadas por los Agentes Facultativos Medioambientales en el asunto de los salmones de Ximonde, y a raíz de la posible implicación en los hechos de una tercera persona que trabajaba en el Centro Ictiogénico, (que no es personal de la “Guardería”), el colectivo está recibiendo de manera generalizada una serie de comentarios despectivos y críticas sin fundamento, patrocinadas exclusivamente por quien dice en sus medios de información haber levantado el “tapadillo” y se ampara en disparates  como  “nuestras  investigaciones, averiguaciones”,  e incluso ilusiona a sus fieles con promesas  “por ahora son sólo indicios,  pero ya veremos”.

En su propio medio de información se jacta de dar credibilidad a sus comentados indicios y muestra a los lectores una copia escaneada del oficio de denuncia que queda en posesión del denunciado. Escribe que los agentes actuantes “según le dijo el denunciado” no querían reflejar en la denuncia el nombre de la persona que presuntamente le había entregado los salmones. Alude al parentesco de uno de los denunciantes con el peón del Centro para crear sospechas “(supuestamente manifestó el denunciado)”, “uno me trae los salmones y el otro viene a denunciarme”,  alimentando así la imaginación del lector para inducirle a creer que estamos ante una situación generalizada y conocida: “secreto a voces que recorría las riberas del Ulla”.

La suma de sus imaginaciones escritas y el análisis de sus insinuantes preguntas sobre una “supuesta” o “posible” corrupción organizada por parte de los agentes y del peón del Centro Ictiogénico de Ximonde;  son expuestos con toda rabia y desquicia en la web de su profesión y circulan por los foros de los interesados en la pesca fluvial a nivel estatal.

Sin lugar a dudas, los comentarios que ofrece este disfrazado pescador revelan a todas luces la intención de meter a todos en un mismo saco “(unos por agentes denunciantes, otro por estar implicado, y unos terceros por responsables del Centro)”.
Revelan también la intención de sembrar la duda sobre la falta de organización y el despropósito de descontrol por quienes tienen la responsabilidad del Centro y se hicieron oídos  sordos a sus manifiestos.

Esta intención  es con toda seguridad su respuesta a una notable ausencia de reverencias de pleitesía a Vuecencia que, como su conducta indica, él considera merecidas de todo derecho. Y es que seguramente sea difícil para su excelencia, cuando transita la zona de servidumbre o ejerce labores de pesca, e incluso cuando relata sus bélicos sentimientos en la lucha por la captura del ejemplar, o simplemente cuando se deja ver por las oficinas más centrales buscando datos sobre el salmón para lo que él llama información, entender que el personal soslaye sus insinuaciones de grandeza y que su esperado recibimiento es atendido como el de cualquier ciudadano.

Por si acaso los comentarios anteriores y la puesta en escena de la copia de la denuncia no le llevan a la notoriedad que quiere alcanzar, en otro título publica que, “ya reza en poder de los responsables de Medio Rural,  un informe detallado de los Agentes (con nombre y cargo que desempeñan) donde manifiestan que el implicado primero negó y luego afirmó diciendo ….”.

Es decir, no basta con mofarse escribiendo lo que le viene en gana sobre algo que dice llevar tiempo investigando y que el personal que tenía que hacerlo practicaba trapicheo, que además clava su navaja por la espalda al colectivo, atravesando por medio toda la supuesta  confidencialidad que debe existir en este tipo de documentos, para explicar a sus lectores un pequeño párrafo del Informe interno que los Agentes actuantes entregaron en tiempo y forma a sus superiores por vía de registro.

A priori inaceptable, pero esta Asociación analizará con calma, serenidad y toda la frialdad necesaria estas actuaciones para averiguar quién vende favores a terceros, facilitando el contenido de documentos firmados por funcionarios considerados agentes de la autoridad y policía judicial genérica en el ejercicio de sus funciones.

Refiriéndonos al comentario sobre el “informe detallado”,  APRAFOGA se pregunta:

  • ¿Están amparados por el sistema los Agentes Medioambientales en cuanto a la confidencialidad de los documentos internos que entregan?  
  • ¿Se activan las medidas pertinentes para que estos documentos no salgan a la luz hasta que formen parte del correspondiente expediente sancionador del denunciado?
  • ¿Deben las autoridades competentes abrir investigaciones para averiguar quién facilitó esta información, su cargo o vinculación con la Administración?
  • ¿Por qué el predicador no escaneó el Informe completo?  Le perjudicaba la exposición integra de su contenido? ¿Se irían al traste los capítulos anteriores de la novela que está montando?
  • ¿Que intenciones ocultan los intereses del predicador y sus seguidores para indagar insistentemente en supuestas irregularidades que pudieran haber cometido los Agentes en su actuación ?
  • ¿Van ligadas al buen hacer del informador la necesidad de participar activamente en las posibles alegaciones que llegue a presentar el denunciado en su defensa?. ¿O es que, en realidad, lo que se vende como información es sólo opinión subjetiva e interesada?
  • ¿Cabe la posibilidad de sospechar que el interés del predicador y sus seguidores pueda deberse a la supuesta participación de los mismos como comensales en esa preciada mesa?
  • ¿Qué tendrá que decir la Agencia de Protección de Datos por la difusión de datos de carácter personal que este individuo realiza?

En cuanto a la credibilidad de lo escrito por el predicador  para poder admitirse como información sus averiguaciones,  APRAFOGA clarifica que:

  • Rumor: Ruido sordo y continuado. Noticia falsa o sin confirmar que circula entre la gente (bulo, habladuría).
  • Rumorear: Difundir (un rumor o noticia falsa o sin confirmar) entre la gente.
  • Indicio: Cosa que permite conocer o inferir (deducir, sentir) la existencia de otra no percibida. Cantidad muy pequeña de algo, que no acaba de manifestarse como significativa.
  • Hecho: Cosa que sucede. Acción u obra.
  • Informar: Hacer saber algo, a alguien. Constituir la esencia. Dictaminar (un funcionario o cuerpo consultivo) en un asunto de su competencia. Hablar (un fiscal o un abogado
    ) en un juicio.
  • Prueba: Hecho de probar. Cosa que prueba o demuestra algo.   

Seguramente, el informador desconocía el significado de la terminología empleada en los espinosos asuntos de investigación. En cambio los Agentes Facultativos  Medioambientales (“Guardería Forestal”), con más de 130 años de antigüedad en sus funciones de policía, custodia, protección, vigilancia y defensa de los espacios naturales y de la fauna y flora silvestre,  nos vemos obligados  a diferenciarlos muy claramente para informar sobre los hechos o denunciarlos.

Quizás el informador no conozca tampoco el diferente personal ni sus funciones en el asunto de la pesca, motivo por el cual inconscientemente titula “un miembro de la Guardería implicado”.

En realidad no conoce,  pero tampoco se molesta en consultar porque  su intención es alertar sobre un trapicheo organizado y la Guardería por medio, meter a todos en el mismo saco y proclamar el desastre organizativo planteándose supuestos como ¿desde cuándo? y ¿ahora qué?. Lo que evidencia bien a las claras que el sujeto en cuestión opera con un claro animus injuriandi, y no con intención de llegar a conocer la verdad. Algo que es muy prudente si, como ocurre, la verdad no le va a gustar. Y, como periodista que dice que es, conoce muy bien el dicho “no dejes que la verdad te arruine un buen titular”.

Pero, para evitar dudas y confusiones, APRAFOGA lleva tiempo informando a sus lectores que no todo el personal de la Administración vestido de verde y con vehículos rotulados  son Agentes Forestales o Medioambientales.
De igual forma, el término Guardería Forestal (para Guarda Montes – Guarda Bosques – Guarda Ríos) empezó a tambalearse antes de 1960,  cuando la Asociación Benéfico Forestal (A.B.F.) propuso otras denominaciones.  Fue el Real Decreto-Ley 609/78 de 11 de marzo, donde se estableció la denominación de Agente Forestal, llegando a cambiar hasta tal punto, que hoy la denominación de la profesión en la Comunidad Autónoma de Galicia es Axente Facultativo Medioambiental.

En Pontevedra, a …. de noviembre de 2009.
EL PRESIDENTE

Fdo. Miguel García Fernández

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